Nerea Llorente 4ºB
Érase una vez, no hace mucho tiempo, cuando tres amigos salieron del colegio. A los tres les apetecía mucho ir a dar un paseo por el bosque.
Érase una vez, no hace mucho tiempo, cuando tres amigos salieron del colegio. A los tres les apetecía mucho ir a dar un paseo por el bosque. Entonces, empezaron a caminar. Como tenían unos bocadillos que les habían dado en el comedor del colegio, pues no tendrían problema a la hora de merendar.
Cuando acabaron sus bocadillos, fueron a dar un último paseo antes de irse a sus casas.
Pasó muy rápido el tiempo y cuando se dieron cuenta ya estaba anocheciendo. Y vieron que enfrente de ellos había una casa muy antigua y sucia. Decidieron entrar en aquella casa para echar un vistazo.
Ya dentro de la casa, que en realidad era una mansión, empezaron a oír ruidos muy extraños y los niños pensaron que eran fantasmas.
Uno de ellos dijo:
- Yo juraría que el ruido viene de arriba.
- Pues yo creo que viene de abajo –dijo otro, temblando de miedo.
- A ver chicos. Vamos a hacer una cosa, dijo el tercero. Primero vamos a mirar arriba y luego abajo, ¿vales?.
- Vale, dijeron los otros y subieron al piso de arriba.
Miraron por todas las habitaciones, pero no veían nada.
El niño que decía que el ruido venía de abajo dijo:
- Ya decía yo que aquí no hay nada. El ruido viene de abajo.
Todavía bastante asustados, los niños fueron al piso de abajo, pero tampoco vieron nada…
Como no veían nada, uno de ellos dijo:- Vamos a quedarnos muy quietos y en silencio para averiguar de dónde vienen los ruidos.
Cuando ya estaban muy seguros de dónde venían los ruidos, fueron hasta allí y...
Resulta que los ruidos eran debidos eran debidos al viento que entraba por una de las ventanas y retumbaba en las paredes.
Los niños cuando llegaron a sus casas no dijeron nada de lo que les había ocurrido; solamente que pasaron la tarde en el bosque.
