El alumnado de 5ºB nos envía la siguiente crónica

Enseguida llegó la monitora, Sonia. Explicó la actividad, las normas, nos dividió en grupos y nos repartió prismáticos y una guía de aves. Nuestra misión consistía en reconocer las aves que íbamos encontrando por el parque. Vimos: cisnes blancos y negros, una cría todavía con plumón grisáceo, un porrón (cabeza marrón), una garza real, dos garcetas, un tarro canelo, cormoranes negros (uno con las alas extendidas secándose al sol), fochas (negras con mancha blanca en la cabeza), gallinetas comunes (negras con mancha roja en la cabeza), azulón o ánade real, ganso del Nilo, pato criollo y ocas.
Caminamos en dirección a las pajareras y allí vimos las aves más grandes del parque: una pareja de emúes. Sonia nos contó que criaban todos los años y que, al ser muchos, los cambiaban con otros parques por pavos reales. También vimos pavo real blanco o alpino, loros, periquitos, gallos y gallinas, faisanes, crías de pavo real y no recordamos más.
A continuación vimos el palomar, repleto de palomas, como su nombre indica. Algunas eran blancas. Unas gallinas de Guinea nos perseguían. De camino nos sorprendió ver una gallina “a lo afro”. Allí también había un pavo doméstico, que Ana nunca había visto.
No podemos olvidarnos de las ardillas que nos gustaron mucho a todos, e incluso “alucinaron” a Eros, de las tortugas y del huevo de emú, que solo vimos algunos. ¡Ah, y de las plumas que fuimos recogiendo por el camino!Todos pensamos que fue genial y nos gustaría volver. Nos animaremos a ir a menudo porque está cerca y es gratis.